martes, 8 de diciembre de 2009

Marketing

A fines de los años veinte, la publicidad difundió esta maravillosa novedad, a tambor batiente: ¡Usted puede volar! La gasolina con plomo corría más, y quien más corría triunfaba en la vida. Los anuncios mostraban a un niño avergonzado, en un coche que andaba a paso de turtuga: ¡Ay, Papi, te están pasando todos!


La gasolina con plomo agregado fue inventada en los Estados Unidos, y desde los Estados Unidos  el bombardeo de la publicidad la impuso en el mundo. En 1986, cuando por fin el gobierno cuando por fin el gobierno de ese país decidió prohibirla, eran incalculables las victimas de envenenamiento en el planeta entero. Se sabía, eso sí, que la gasolina con plomo estaba matando estadounidenses a un ritmo de cinco mil por año, y que durante sesenta años había provocado daños al sistema nervioso y al nivel mental en muchos millones de niños.


Los principales autores del crimen fueron los ejecutivos de la General Motors, Charles Kettering  y Alfred Sloan. Ellos han pasado a la historia como benefactores de la humanidad, por que fundaron un gran hospital.

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